Hoy es uno de los tantos días que me la paso
recordando a los amigos del colegio. Vi hoy una foto de uno de mis mejores
amigos de la secundaria. Mirándolo recordé a través de su rostro nuestras 'locas aventuras' de adolescentes. Gracias a esos amigos el tiempo vivido en el colegio
siempre será uno de mis mayores tesoros, será como un perfume delicado y
refrescante que cuando los años me pesen su aroma me embriagará. Será como
comer un helado en un hermoso día soleado o recibir el fresco soplo del
viento debajo de un árbol y al pie de una bella quebradita. sí, así será.
Dejé de mirar la foto de mi amigo por temor a que
los sentimientos me traicionaran y terminara como toda una Magdalena. Aún así
el resto del día me venían los recuerdos de los momentos vividos; siempre todos
los sábados los cinco nos organizábamos para realizar nuestros postres
especiales.
No lo hacíamos muy bien que digamos...pero era comible :D. A veces no nos salía bien...bueno
la verdad nunca nos salió bien algún postre. Éramos una mezcla de tercos,
decididos y a veces aventados con los postres; siempre elegíamos lo que impresionaba
a la ojos, no importaba el precio o dificultad; o sea que el libro de receta
que tenia el mejor dibujo se llevaba el privilegio de ser nuestra nueva
aventura cocinera. Hicimos desde helados caseros que parecían masa de keke cruda (es que
faltaba congelar y ya queríamos comerlo :D); hasta pizza que nos
hubiera salido perfecta si no fuera por los champiñones que no los cocinamos y
sabian horrible. Como nadie los comía a alguien le pico el bicho revolucionario
de: “¡guerra de champiñones!!”,se podrán imaginar como termino mi casa y
nuestras ropas.
Para el concurso no sé de qué, hicimos un keke de maca que nos
hubiera salido perfecto (otra vez…) si no fuera porque no se a que
despistada medio ciega leyó mal la cantidad de azúcar. Llevamos nuestra obra
maestra a la profesora, que quedo muy emocionada porque éramos unos “bebes” *.*
y lo hicimos sin ayuda y nos salió perfecta aparentemente. Casi volamos sintiéndonos
muy superiores cada vez que mirábamos las caras de asombro de nuestros
compañeros. Pero sus bocas abiertas cambiaron a carcajadas burlonas cuando la
profesora nos dijo que estaba sin dulce. Nos reímos sin querer solo para cubrir
la vergüenza que se nos chorreaba. La torta "mas dulce" de maca que
nunca olvidaremos.
El ultimo año de Colegio en una clase de deporte,
al finalizar comenzó a llover muy fuerte, en el grupo nos dimos miradas de
complicidad y otra vez ese bichito revolucionario que aún no moría dijo 'topada
¡la llevas!!' y comenzamos a correr al patio en pleno torrencial. Fue la última
vez que sentí adrenalina dentro de aquellos muros. Sabíamos que estaba mal pero…
a quien le importaba, llevaremos esta travesura por muchos años en nuestras
memorias; creo que eso fue el sentir de todos. Pero claro no queríamos salir
antes del colegio siendo expulsados asi que ni bien salió la subdirectora con
sus hombres, corrimos más rápidos que choros en pleno robo.
Entre muchas cosas mas puedo decir que aprendí algo
llamado amistad. Nunca tuve hermanos y ellos me lo explicaron de la mejor forma
del mundo lo que eso significaba. Hace poco deje el colegio y esto
me produjo la avalancha de los recuerdos. Ellos ya no están aquí nuestros
caminos solo se entrelazaron en esa parte de la vida y ahora lucen separados y
parecen tan distantes...pero yo se muy bien que existe algo mas fuerte que
todas las distancias: el verdadero cariño que aun persiste entre nosotros desde
hace muchos años y hasta que demos el ultimo aliento.
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